Si perdiste el control con tus hijos… que puedes hacer para sanarlo.

A pesar que hace años estudio, leo y aprendo sobre el tema de las emociones, tambien me he propuesto trabajar en mi inteligencia emocional… aun soy humana, vivo cometiendo errores, dejando que mis emociones me controlen y actuando de una manera poco beneficiosa para mi y para otros.

El otro día me gano la ira y le pegue a mi hijo pequeño David, les juro que ahora mas que nunca me siento horrible cuando pasan este tipo de cosas. Cuando le grito o dejo que mi ira me atrape.

Entiendo que no debería llegar a desesperarme y pretender siempre que se calme, incluso llegar a ponerme a su nivel cuando llora, se siente impotente, expresa sus emociones mas incomodas o se afana por lograr que le ponga atención a través de sus rabietas, eso lo se, pero nuevamente… soy humana y admito que todavía me falta crecer.

Si alguna vez has pasado por esa, te voy a pedir en este momento que pienses un poco en como era tu niñez en momentos que como niñ@ tenias esas reacciones. Cuando llorabas o querías llorar. ¿Te dejaban? ¿Podías hacer rabietas y gritar todo lo que querías? ¿Podías gritar y expresar tus sentimientos?

Tu memoria inconsciente tiene que ver con esa incomprensión, perdida de paciencia, reacción que tenemos con nuestros hijos. Cuando éramos niños no nos permitían expresarnos. “Guarda silencio” “los niños no lloran” “deja de gritar” “vete a tu cuarto y de ahí no sales mas” “Si sigues llorando te voy a pegar”


Te cuento como responde tu cerebro a esto:

Cuando estás desbordado por la ira, que es una emoción básica, no puedes acceder a tus habilidades cognitivas o pensantes. La emoción básica es mas fuerte que tu cerebro prefrontal que es el que regula tus emociones. Así que la parte primitiva, irracional la que esta ahí para tu sobrevivencia, responde a tu memoria inconsciente, la que viviste en esa niñez donde te decían “no te emociones” “no te enojes” “para de llorar” “deja de expresar tu ira”. así que esta memoria no te permite entender que tu hij@ tambien tiene sus razones y su manera “humana” de expresar su descontento, desacuerdo, emocionalidad y que ademas es un niñ@ que aun no ha desarrollado toda su capacidad de análisis, enfoque, pensamiento racional.

pexels-ba-phi-1361766.jpg

Que puedes hacer en estos momentos:

Hazte consciente de tu emoción cuando se presente. Aprende a validarlas y aceptarlas. Toma un tiempo fuera, saber cuándo alejarte antes de responder (o sea gritarle, pegarle o desesperarte) que eso fue lo que debí hacer justamente antes de pegarle a David.  También te puedes ayudar utilizando herramientas que te desconecten de tus emociones como salir a caminar, alejarte, respirar, hacer cualquier actividad que te separe de la emoción, preferiblemente algo que te guste y comprender que tu hij@ se comporta de esa manera porque también tiene emociones y que debe aprender a gestionarlas.  

Piensa detenidamente en aprender a identificar y conocer  tus detonantes, esto no es automático, el proceso toma tiempo, atención, no será de un día para otro, mira como yo aun sufro con esto. Lo que si te aseguro es que cuando paras, le das la opción a tu cerebro para reubicarse, a ti cerebro pensante de poder elegir la manera mas inteligente y mejor de actuar.

Cuando te calmes establece limites firmes pero de una manera amorosa. Esto realmente debe darse desde antes, pero si llega la tormenta da instrucciones claras, manteniendo la calma, hasta lograr que el niño lleve a cabo lo que le estás pidiendo. Siempre desde el amor y explicándole las consecuencias. Tambien poniéndote de su lado, entendiéndole sus necesidades y razones. Háblale, pregúntale, si es necesario siéntate de tal manera que estés a su mismo nivel. Mírale a los ojos, pero de forma tranquila, no amenazadora. Escucha sus respuestas.

Permítele elegir, dale opciones. Imagínate que no quiere hacer una responsabilidad o tarea, pregúntale cual es el motivo, puede que se sienta impotente porque no puede hacerlo solo y quiere. O quizás está muy cansad@, pregúntale si le gustaría tomar un descanso, si puedes ayudarle en algo o que te diga que le pasa, o simplemente no quiere hacerlo en ese momento, dale opciones para que elija cuando lo hará. Escúchale activamente, no solo sus palabras, mira su lenguaje corporal.


Si te pasa y actúas como no debes…

Lo que me paso con David sobre pasó uno de mis objetivos cuando me relaciono con mis hijos, siempre pretendo que prime el cariño y el respeto entre nosotros. Es por eso que me sentí tan horrible luego. Dios sabe que no me gusta ni debo llegar a ese tipo de acciones, porque primero no estoy actuando según lo que entiendo y ya reconozco, y segundo estoy enseñándole a el lo incorrecto, a utilizar la agresión para resolver los problemas, además de lacerar su autoestima.

A veces pensamos que tenemos el derecho de hacer con nuestros hijos lo que queramos y que tienen que aguantarlo porque somos los padres, sin pensar que ellos son persona como nosotros, y no porque sean niños o jóvenes debemos irrespetarlos. Si no piensa en tu jefes cuando te irritas, la ira te invade y te controlas, no le pegas como haces con tus hijos. Lo que pasa es que en el lugar que tu jefe esta en tu cabeza es en una posición de superioridad jerárquica, así que “te interesa contenerte”. Nuestros hijos, por otra parte no están ahí arriba, no tienen autoridad para “jodernos” profesionalmente y echarnos del trabajo. Así que, si se trata de lo que mas queremos en el mundo, ¿No deberíamos tener aún más paciencia, entendimiento y controlarnos con ellos?

 Luego de mi falta de control, deje que pasara un momento, que el niño se calmara y también que yo meditara sobre mi error y sobre lo que hizo que yo perdiera el control, también sobre lo que hizo que el lo perdiera. Me senté con el a su nivel y le pedí sinceramente perdón. Le dije que me perdonara porque no pude controlarme y que me sentía muy triste por haberlo hecho.


Según los expertos esto es lo que debemos hacer cuando la emoción sobrepasa nuestra paciencia y control ante nuestros hijos:

Recuerda que a todos nos puede pasar. Lo importante es que estas aquí aprendiendo y considerando lo que puedes hacer para que no vuelva a suceder.

  1. Hazte consciente de lo que hiciste y de que nadie tiene la culpa de tu perdida de control, lo que hizo no es excusa ni la respuesta. Trae a conocimiento lo que te detono y de que tu hij@ tiene una razón personal e individual a ti.

  2. Mira cómo actúas y cuales herramientas utilizas en esos momentos de tensión. ¿Sabes cómo deberías actuar exactamente en esos casos?¿dispones de las herramientas necesarias para controlar la situación?

  3. Pide perdón al niñ@ sinceramente y nunca justifiques que le golpeaste por lo que hizo. Recuerda que la violencia no tiene justificación y quien perdiste el control fuiste tu. Pide perdón y dile que no volverá a pasar, asegúrate de que así sea.

  4. Aprende de tu error, todos somos presa de nuestras emociones, lo importante es reconocerlo y saber que pueden repetirse situaciones comunes y que estas consciente de que trabajas en tus auto gestión y ejemplo para tu hij@.

Espero tus comentarios e ideas para seguir desarrollando temas que nos ayuden a crecer y mejorar nuestras emociones. Recuerda compartir a través de los botones de la izquierda si te ha parecido importante. Hagamos crecer esta comunidad para que todos nos beneficiemos con este tipo de información.

Anterior
Anterior

Habilidades emocionales básicas que debes tener como líder.

Siguiente
Siguiente

Hablar en público nunca había sido tan fácil.